miércoles, 26 de abril de 2017

Brillante normalidad

Empezó el día por la noche contando las estrellas con los ojos cerrados, escuchando su propia respiración y sus propios latidos.Desde siempre le había fascinado ir al revés, a contracorriente. Esclava de su intermitente estabilidad, del tambaleo continuo de su equilibrio, de ser brisa y huracán en cuestión de suspiros. Consciente de la delgada línea que existía entre la cordura y la locura. Consciente de su visceralidad. Excusando los puños amoratados tras el descontrol y encubriendo un estado perenne y tóxico que le arañaba las entrañas. Estado caótico directo al naufragio a cámara lenta. Parpadeos intermitentes estallando entre silencios incómodos. Sollozos sin aliento. Y al fin paz. Esa paz que acompaña a la propia derrota cuando uno mismo se suplica una tregua.

And after all you are my wonderwall


lunes, 24 de abril de 2017

Lluvia efímera

Me vacié de lágrimas. No dejó de llover durante tres días seguidos. Me golpeó la realidad.
Cundió el pánico con el corazón en la punta de los dedos. El espacio me asfixiaba y las distancias cortas me angustiaban. Atravesé la barrera de lo estable para saltar al vacío sin paracaídas.
Te eché de menos  sin que te  hubieras marchado. Tuve miedo al eco del silencio, a la desesperación de las salas de espera. Me rompí buscando esperanza en los años. Y solo llovía sobre mojado.
Arañaban tus palabras a mi orgullo, hasta que éste importó menos que respirar.

Y dejó de llover.

A ti, mi respiración. Porque me das aire y me lo quitas.






lunes, 17 de abril de 2017

Hazlo, pestañea.


Dale al play antes de nada.

Ahora mismo mi cajón desastre está rebosando colorines. Me han dicho sus mariposas que los gusanos tardarán cada vez más en llegar. Que ella ha alcanzado el equilibrio en las nubes porque el suelo tambaleaba poco. Que la tierra carecía de magnetismo para sus polos. Que éstos se helaban con su dramatismo y que al fin se están derritiendo con el calor de sus pasos. A veces seguros y otras no tanto. Y ese pánico al silencio de su habitación se quedó en las grietas de las paredes. A veces se cuelan de nuevo cuando hay ruido y las luces de la inseguridad se encienden con prisa, con agobio ...cuando se obliga a recorrer los rincones desde la cama, sin valor para pestañear. No vaya a ser que veas lo que sabes que no existe. No vaya a ser que te des cuenta una vez más de que eres humano. Así que frótate los ojos y pestañea. Y duerme. Ya no pido soñar mientras duermo. Con eso no me basta.

And after all you are my wonderwall


He vuelto a ese lugar

No puedes evitarlo y recuerdas con excesiva nitidez tu cara oculta entre tus manos empapadas de lágrimas. Las sábanas, los recuerdos, el fut...